Los resultados del examen médico legal practicado en la Morgue Judicial de Alto Comedero establecieron que Juan Vanegas, de 15 años, perdió la vida por un colapso circulatorio provocado por el sangrado masivo. La causa específica fue una penetración de instrumento cortante que comprometió severamente los vasos sanguíneos principales de la región femoral izquierda. Durante el procedimiento forense no se identificaron marcas compatibles con intentos de defensa personal ni evidencia de agresiones previas al golpe mortal.
El adolescente falleció en circunstancias violentas durante la madrugada del sábado 13 de diciembre en la zona conocida como Etapa 11 de Tupac Amaru. Según reconstrucciones preliminares de los investigadores, el joven se encontraba en una reunión social cuando fue atacado por un grupo de personas. Junto a Vanegas, otro menor de 13 años también sufrió heridas punzocortantes, aunque logró sobrevivir y fue atendido en el Hospital Materno Infantil.
La investigación ha avanzado con la detención de cuatro individuos vinculados al incidente. Entre ellos se encuentra un menor que aún no cumple 16 años, cuya situación legal se rige por normativas especiales de protección infantil. Los marcos legales aplicables, específicamente la Ley 22.278 y la Ley 26.061, establecen que este adolescente no puede ser procesado penalmente, por lo que organismos especializados en bienestar infantil asumirán su seguimiento y contención.
Los tres detenidos restantes permanecen bajo vigilancia policial mientras aguardan resoluciones del Ministerio Público de la Acusación. Los pesquisas continúan recopilando testimonios, analizando objetos incautados y realizando análisis técnicos que permitan esclarecer el rol específico de cada persona involucrada en los hechos. Las pruebas periciales serán fundamentales para determinar si corresponden formalizaciones de cargos y qué medidas cautelares se aplicarán.
Juan Vanegas era estudiante de segundo año en el Colegio Nuevo Horizonte. Su fallecimiento generó una onda de indignación en la comunidad local, con manifestaciones de dolor entre sus compañeros, docentes y vecinos del barrio que exigen respuestas y justicia. La tragedia reavivó preocupaciones sobre la seguridad en zonas vulnerables y conflictos entre grupos de jóvenes que aparentemente se disputan territorios.
Según versiones preliminares, el ataque habría sido motivado por rivalidades territoriales. La víctima y sus acompañantes se dirigían a un comercio cercano cuando fueron interceptados por una banda que los agredió sin mediar provocación aparente. El SAME llegó rápidamente al lugar, así como efectivos de la Unidad Regional Nº 7, pero los esfuerzos por reanimar al adolescente resultaron infructuosos.
Las autoridades judiciales mantienen activa la investigación, esperando que los resultados de los análisis forenses complementarios, junto con los testimonios recabados, permitan avanzar en el esclarecimiento total de los hechos y la determinación precisa de responsabilidades penales. La comunidad permanece atenta a los desarrollos de este caso que ha marcado profundamente a Alto Comedero.



