Una situación de considerable tensión se desató el martes por la mañana en una institución de educación media ubicada en San Salvador de Jujuy, cuando un grupo de progenitores concurrió al establecimiento para manifestar su descontento respecto al desempeño académico de sus hijos en una asignatura específica. Los tutores de alumnos de segundo año llegaron al colegio demandando la sustitución de la docente responsable de la materia Ciencias Jurídicas y solicitando que se brinde a los estudiantes una nueva oportunidad para rendir la evaluación que habían desaprobado.
Según los relatos recabados, la cantidad de estudiantes que no aprobaron la materia habría sido considerable, lo que motivó que los padres responsabilizaran directamente a la profesora por lo que consideran un desempeño deficiente en sus funciones docentes. Uno de los progenitores manifestó que la preocupación ya había sido comunicada formalmente a través de una presentación escrita dirigida a las autoridades del establecimiento educativo, sin que hasta ese momento se hubiera adoptado medida alguna.
El ambiente de discusión que se generó en el interior de la institución escaló rápidamente en intensidad emocional. La docente involucrada en el conflicto experimentó una crisis nerviosa como consecuencia de la presión y la confrontación, lo que llevó a que se requiriera la asistencia del servicio de emergencias médicas. Personal del SAME se trasladó hasta el colegio para brindar atención a la mujer afectada.
Tras realizar la evaluación médica correspondiente en el lugar, los profesionales de la salud determinaron que la docente presentaba parámetros vitales dentro de los rangos normales, por lo que no fue necesario su traslado a ningún centro asistencial. Sin embargo, la situación requirió de la intervención de efectivos policiales, quienes fueron alertados sobre el incidente y se presentaron en el establecimiento para contener la situación y recabar información sobre lo ocurrido.
Los uniformados entrevistaron a la docente y a los padres presentes, documentando los hechos para las actuaciones que correspondan. Desde fuentes oficiales se aclaró que, aunque no se registraron episodios de violencia física entre las partes, sí hubo momentos de considerable tensión emocional que justificaron la presencia policial. Las diligencias preventivas quedaron a cargo del personal de seguridad, mientras que las actuaciones complementarias fueron coordinadas con el ayudante fiscal del Ministerio Público de la Acusación para determinar los pasos a seguir en el caso.
El incidente pone de manifiesto nuevamente las tensiones que pueden surgir en el ámbito educativo cuando existe desacuerdo entre familias y docentes respecto a cuestiones académicas. La situación generó preocupación en la comunidad educativa capitalina y quedó registrada en los antecedentes de la institución para futuras consideraciones administrativas.



