Combustibles: nuevos aumentos en diciembre superan el 4%
Los precios de los combustibles volvieron a registrar incrementos significativos con la llegada de diciembre, profundizando la tendencia alcista que ha caracterizado al mercado energético durante todo el año. Según el comunicado oficial de YPF, la empresa estatal anunció subas que oscilan entre el 3,5% y el 4,5% en las diferentes variedades de naftas y gasoil disponibles en el mercado.
Este nuevo ajuste de precios impacta directamente en el bolsillo de los consumidores y transportistas. La nafta súper, una de las más utilizadas en el país, alcanzará los $300 por litro, mientras que el gasoil premium llegará a los $280. Estos valores representan un nuevo hito en la escalada de costos que caracteriza al sector desde hace varios meses.
Lo más preocupante para los ciudadanos es que estos aumentos no son aislados, sino que se enmarcan en una tendencia persistente de incrementos sostenidos. A lo largo de 2024, los combustibles han acumulado subas superiores al 50%, lo que significa que el costo de cargar combustible se ha duplicado prácticamente en menos de un año.
Esta situación genera un efecto cascada en la economía. El transporte de carga, que depende directamente del precio del gasoil, traslada estos costos adicionales a los productos y servicios. Los taxis, remises y servicios de transporte de pasajeros también se ven obligados a ajustar sus tarifas. Incluso el comercio minorista sufre el impacto indirecto a través de mayores costos logísticos.
Para los conductores particulares, la situación es igualmente desafiante. Muchas familias deben replantear sus presupuestos mensuales considerando que el gasto en combustible se ha convertido en una partida cada vez más significativa. Algunos optan por reducir sus desplazamientos o buscar alternativas de transporte más económicas.
YPF justifica estos aumentos en función de la evolución de los precios internacionales del petróleo y los costos de refinación. Sin embargo, la acumulación de subas durante todo el año genera interrogantes sobre la capacidad de las familias argentinas para sostener estos niveles de gasto.
Expertos en economía advierten que esta dinámica de precios puede intensificar la presión inflacionaria en sectores clave de la economía. El transporte, la logística y la distribución de alimentos son especialmente sensibles a estas variaciones, lo que podría traducirse en aumentos adicionales en los precios al consumidor.
Ante este panorama, muchos ciudadanos se preguntan si habrá nuevos aumentos en los próximos meses o si la tendencia comenzará a revertirse. Por el momento, las perspectivas no son alentadoras, y los analistas proyectan que la presión sobre los precios de los combustibles podría mantenerse en los próximos trimestres.