Una atleta originaria de Comodoro Rivadavia escribió uno de los capítulos más inspiradores del deporte argentino al conquistar dos medallas de oro en el torneo Nacional ITF 2025. Leila Ramos se impuso tanto en la categoría Forma IV Dan como en la rama de Lucha en la división de hasta 55 kilogramos, consolidándose como una de las figuras destacadas de la competencia que se desarrolló en territorio jujeño.
Lo que hizo aún más especial este logro fue la compañía constante de su pequeño hijo Noah durante toda la travesía. El niño acompañó a su madre en cada momento de la competencia, transformando la experiencia en un viaje cargado de significado familiar. Su abuela también fue parte fundamental de este recorrido, brindando el apoyo necesario para que Ramos pudiera enfocarse en sus objetivos deportivos.
En una charla con el programa especializado Pasta de Campeón, la deportista se mostró reflexiva sobre su experiencia. “Fue un viaje hermoso. Viajar con mi mamá y con Noah fue mi motivación en cada pasada”, manifestó con evidente emoción. La atleta reconoció que la maternidad presenta desafíos particulares cuando se trata de competir a nivel nacional: “Cuesta estar lejos con un bebé, pero gracias a mi familia, mi maestro y mis compañeros lo pudimos llevar adelante”.
Para Ramos, este triunfo posee una dimensión profunda que trasciende lo meramente deportivo. Según sus propias palabras, “volver a ganar un Nacional, siendo mamá, es una inspiración enorme”. Esta declaración refleja cómo la atleta percibe su logro no solo como un reconocimiento personal, sino como un mensaje de esperanza para otras mujeres que enfrentan la difícil tarea de equilibrar la maternidad con sus aspiraciones profesionales.
Con el 2025 llegando a su fin, Ramos ya tiene la vista puesta en los próximos desafíos. En febrero próximo participará en una competencia en Mar del Plata, evento que funcionará como trampolín hacia los selectivos nacionales programados para 2026. Esta proyección demuestra su compromiso continuo con el taekwondo y su determinación de mantener su nivel competitivo en los años venideros.
La historia de Leila Ramos representa mucho más que victorias en el tatami. Encarna la perseverancia de una madre que no renunció a sus sueños, la solidaridad de una familia que la sostuvo en cada paso, y la capacidad de transformar los obstáculos en motivación. Su trayectoria se convierte en inspiración tanto para el mundo del deporte como para cualquier persona que enfrenta el desafío de construir una vida plena en múltiples dimensiones.
