La historia de Fernando Agustín Celis representa uno de los testimonios más inspiradores del deporte jujeño. Con apenas 27 años, este púgil oriundo de Coronel Arias ha logrado conquistar dos títulos sudamericanos en categorías diferentes, demostrando que la disciplina y la determinación pueden cambiar vidas radicalmente.
Hace apenas dos años, Celis decidió ingresar a un gimnasio de boxeo buscando escapar de un entorno marcado por las drogas y el alcohol. Lo que comenzó como una actividad recreativa durante su primer año se transformó en una pasión genuina que lo llevó a competir a nivel profesional. Su llegada al Club del Boxeo de Brenda Carabajal marcó un punto de inflexión en su trayectoria, permitiéndole acceder a entrenadores especializados y preparadores físicos de calidad.
Durante este año, Celis alcanzó un hito extraordinario al proclamarse bicampeón sudamericano. Primero en la categoría de 66 kilogramos durante julio, y posteriormente en 64 kilogramos en competencias realizadas en territorio peruano. En ambas ocasiones debió enfrentar rivales de gran envergadura técnica, especialmente en la final más reciente donde su contrincante, aunque de menor estatura, demostraba una potencia considerable en sus golpes.
El boxeador zurdo reconoce que su evolución deportiva ha sido notable entre ambas coronaciones. Mientras que en su primer título experimentaba nerviosismo y ansiedad propios de quien se inicia en la competencia de alto nivel, en la segunda oportunidad llegó con mayor madurez mental y preparación integral. Esta mejora refleja no solo su crecimiento técnico, sino también su capacidad de aprendizaje y adaptación.
Celis atribuye gran parte de su transformación personal a su fe religiosa, considerando que la espiritualidad ha sido fundamental en su proceso de recuperación y éxito deportivo. Asimismo, destaca el rol crucial que cumplió el boxeo como herramienta de reinserción social, permitiéndole alejarse de los peligros que acechaban en su barrio de origen.
Mirando hacia el futuro, el púgil jujeño tiene objetivos ambiciosos pero realistas. En febrero de 2026, Perú nuevamente será sede del Campeonato Sudamericano, donde Celis buscará conquistar su tercer título en la categoría de 60 kilogramos. Más allá de los logros inmediatos, su visión a largo plazo incluye incursionar en el profesionalismo con la meta de algún día portar un cinturón mundial, aunque es consciente de que este camino requiere pasos progresivos: primero el título argentino, luego el latinoamericano, y finalmente el ranking internacional necesario para competir en la élite mundial.
La presencia de Celis en los medios de comunicación trasciende lo meramente deportivo. Su testimonio en espacios como Mesa Deportiva ha resonado profundamente en la audiencia, no solo por sus logros en el ring, sino por el mensaje de esperanza que transmite. Su trayectoria demuestra que las circunstancias adversas no determinan el destino, y que la voluntad de cambio, acompañada de disciplina y apoyo comunitario, puede transformar completamente la vida de una persona.



