La entidad que dirige Santiago Bausili comunicó cambios significativos en la política cambiaria que regirán a partir del primer día del próximo año. El mecanismo de bandas para la cotización del dólar experimentará transformaciones vinculadas directamente con los índices de precios que publique mensualmente el Indec.
En el marco de esta nueva estrategia, el organismo monetario proyecta fortalecer considerablemente las reservas internacionales. La institución estima que podría invertir entre USD 10.000 y USD 17.000 millones en la adquisición de divisas, dependiendo de cómo evolucione la demanda de efectivo en la economía y de los flujos que permita la balanza de pagos.
El objetivo central del Banco Central apunta a incrementar la base monetaria desde su nivel actual del 4,2% del PBI hasta alcanzar el 4,8% cuando finalice 2026. Esta expansión monetaria se financiaría precisamente con esas compras de reservas que la autoridad tiene previsto realizar durante el año, siempre que las condiciones externas lo permitan.
Respecto a la mecánica operativa en el mercado de cambios, la institución implementará un sistema donde sus intervenciones diarias representen aproximadamente el 5% de lo que se negocie en ese segmento. Esto significa que el BCRA adaptará sus compras según la actividad que registre el mercado cada jornada. Cabe destacar que el volumen promedio de operaciones ha descendido considerablemente, pasando de USD 600 millones a cerca de USD 200 millones diarios.
Desde la autoridad monetaria enfatizaron que esta nueva etapa del programa económico se presenta bajo condiciones favorables, tras haber superado el período de incertidumbre electoral. Señalaron que existen oportunidades concretas para impulsar el crecimiento económico, recuperar la circulación de dinero en la economía y acumular divisas de manera sostenida.
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En cuanto a la conducción monetaria general, el Banco Central continuará tomando decisiones basadas en la evolución de los precios y su relación con la actividad productiva. Cuando la inflación local supere la internacional, la institución adoptará medidas restrictivas respecto a su proyección base de demanda de dinero. Para controlar la emisión derivada de las compras de reservas, seguirá utilizando herramientas convencionales y prudenciales.
Adicionalmente, el BCRA avanzará en la normalización gradual de los requisitos de encajes que deben mantener los bancos. Estos parámetros podrán ser ajustados para converger hacia niveles prudentes que favorezcan la recuperación de la intermediación financiera. Los acuerdos de repos pasivos con entidades bancarias se fijarán diariamente según las tasas que determine el Central, tomando como referencia las cotizaciones del mercado secundario de LECAPs.
