El caso del joven Juan Banega, quien perdió la vida tras recibir una puñalada en la madrugada del pasado sábado en el barrio Tupac Amaru de Alto Comedero, registró un importante avance en la investigación. Durante una audiencia celebrada ayer, los tribunales competentes procesaron formalmente a cuatro individuos bajo las acusaciones de “homicidio agravado por intervención de menor de edad” y “homicidio simple en calidad de cómplice necesario”.
De los cuatro procesados, tres permanecerán bajo custodia preventiva durante treinta días en dependencias penitenciarias. El cuarto imputado, quien es menor de 13 años, fue trasladado a una institución especializada para menores. Las autoridades judiciales han descartado la hipótesis de un enfrentamiento casual, orientando sus pesquisas hacia la posibilidad de que el hecho haya sido premeditado y organizado previamente.
Según reconstrucciones de los hechos, Juan Banega abandonó una reunión social en una vivienda del sector para adquirir bebidas alcohólicas cuando fue atacado por un grupo que portaba armas blancas. El fiscal regional Guillermo Beller ha manifestado públicamente que existen indicios sólidos que apuntan a una planificación previa del crimen, descartando así la versión de una riña espontánea entre jóvenes.
Los implicados en el caso comprenden a dos personas mayores de edad con dieciocho años cumplidos, ambas en prisión preventiva; un adolescente de dieciséis años también privado de libertad; y el menor de trece años alojado en institución. El fiscal Beller expresó a medios locales: “Vamos por la hipótesis de premeditación. Tenemos cuatro implicados privados de libertad; no descartamos nada y seguiremos investigando pese a la feria judicial”.
A pesar de encontrarse en período de receso judicial, el equipo de fiscalía ha priorizado esta investigación debido a su gravedad e impacto social. Los especialistas continúan analizando evidencia y testimonios para consolidar la teoría de que se trató de un homicidio planificado. Ayer fueron entregados los restos mortales de la víctima a su familia en las instalaciones de la Morgue Judicial.
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La comunidad de Alto Comedero se encuentra conmocionada por este episodio de violencia juvenil. Vecinos y organizaciones locales demandan que la justicia actúe con celeridad y rigor para esclarecer completamente los móviles del crimen y garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales correspondientes. Las autoridades mantienen abierta la posibilidad de incorporar nuevos elementos probatorios a medida que avanza la investigación.
