Durante la jornada de este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos divulgó sus últimas mediciones sobre el comportamiento de los precios en territorio argentino. Según los datos publicados, durante el mes de noviembre pasado se registró un aumento mensual del 2,5%, mostrando una tendencia descendente frente al 3,5% que se había documentado en octubre. No obstante, cuando se analiza el período completo del año, la cifra acumulada alcanza el 31,4%, evidenciando la persistencia de la presión inflacionaria sobre los ingresos de las familias jujeñas y del resto del país.
El análisis detallado del Índice de Precios al Consumidor revela que fueron los productos alimenticios y las bebidas sin alcohol los que protagonizaron el mayor incremento, con un 3,2% de suba. Le siguieron en importancia los gastos vinculados al desplazamiento, que subieron 2,8%, mientras que los servicios básicos como vivienda, agua, energía eléctrica y combustibles experimentaron un aumento del 2,1%. Cuando se excluyen los precios que están bajo regulación estatal, el crecimiento se ubicó en 2,4%, lo que sugiere que la inflación de base continúa siendo un desafío significativo para la economía nacional.
En el contexto regional del Noroeste Argentino, que comprende a Jujuy junto a otras provincias vecinas, el comportamiento de los precios mostró un incremento del 2,7% durante noviembre. Este aumento fue impulsado principalmente por la encarecimiento de carnes, productos hortícolas frescos y derivados del petróleo. Los especialistas en economía proyectan que para el mes de diciembre se podría registrar un 2,2%, aunque advierten sobre posibles riesgos derivados de fluctuaciones en el tipo de cambio y del aumento en el consumo característico de la temporada navideña.
En San Salvador de Jujuy, la realidad económica de los ciudadanos refleja estas cifras nacionales de manera muy concreta. Los comercios locales han registrado aumentos significativos en productos de la canasta básica: la papa experimentó una suba del 15%, el pan subió 8% y el pasaje de transporte urbano se incrementó en 5%. Estos números traducen la dificultad que enfrentan los hogares jujeños para mantener su nivel de consumo, obligándolos a realizar ajustes permanentes en sus presupuestos mensuales.
Comparando con períodos anteriores, se observa una desaceleración respecto a mayo de este año, cuando la inflación había alcanzado su pico máximo del 4,2%. Esta mejoría ha sido atribuida por analistas a las medidas de contención del gasto público implementadas por las autoridades nacionales. Sin embargo, expertos advierten que aunque la tendencia es positiva, el poder adquisitivo de los argentinos continúa erosionándose de manera sostenida, generando preocupación sobre la capacidad de las familias para acceder a bienes y servicios esenciales en los próximos meses.
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La situación económica en Jujuy se presenta como un reflejo de los desafíos que enfrenta toda la región. Mientras que las medidas de estabilización macroeconómica muestran resultados en la desaceleración de la inflación mensual, la acumulación anual sigue siendo elevada. Los jujeños continúan enfrentando decisiones difíciles sobre cómo distribuir sus ingresos entre alimentación, transporte, servicios y otros gastos básicos, en un contexto donde cada mes trae nuevos incrementos en los precios de los productos que consumen diariamente.
