En una jornada que combinó espectáculo aéreo con acto político, seis cazas de fabricación danesa sobrevolaron el centro capitalino esta madrugada, marcando el inicio de una nueva era para la capacidad defensiva del país. El Presidente Javier Milei presenció el evento desde Córdoba, donde se concretó el desembarque oficial de las primeras unidades de un lote de 24 aeronaves adquiridas por la administración nacional.
Poco después de las ocho de la mañana, cuando la ciudad aún dormía, el rugido de los motores turborreactores despertó a porteños sorprendidos. Cuatro biplazas y dos monoplazas en formación cerrada atravesaron el espacio aéreo sobre la Costanera, Plaza de Mayo, la Avenida 9 de Julio y el Obelisco, descendiendo a apenas 600 metros de altura. La maniobra, ejecutada con precisión militar, dejó un rastro sonoro inconfundible que resonó en toda la metrópolis.
Miles de ciudadanos se congregaron espontáneamente en diversos puntos de la capital para presenciar el fenómeno. En la Casa Rosada, frente al Obelisco y en las plazas históricas, multitudes levantaban celulares y banderas nacionales, sorprendidas por el despliegue aéreo. Aunque el Gobierno había difundido la noticia por redes sociales, el impacto visual generó una reacción genuina de asombro y patriotismo entre los espectadores casuales que se encontraban en la zona.
Mientras tanto, en Río Cuarto, provincia de Córdoba, se desarrollaba el acto protocolar de recepción. Milei llegó acompañado por su gabinete completo, incluyendo al ministro de Defensa Luis Petri, el jefe de Gabinete Manuel Adorni y su hermana Karina Milei, además de los comandantes de las tres ramas castrenses. El Área Material de la localidad cordobesa se convirtió en epicentro de una ceremonia donde veteranos, familias y vecinos presenciaban el arribo de las nuevas máquinas de guerra.
Durante su discurso, el mandatario utilizó un lenguaje épico para describir la importancia del momento. Denominó a los F-16 como “ángeles protectores” del espacio aéreo nacional y enfatizó que esta adquisición representa la recuperación de capacidades supersónicas perdidas durante décadas. Contrastó esta decisión con gobiernos anteriores, a los que acusó de negligencia hacia las instituciones militares, argumentando que su administración restituye el respeto y la dignidad que merecen las Fuerzas Armadas.
El Presidente aprovechó la plataforma para dirigir críticas hacia las gestiones peronistas previas, señalando que durante años se descuidó la modernización de la flota aérea. Recordó que los legendarios Mirage, protagonistas de la Guerra de Malvinas, ya pertenecen al pasado, y que la nación requería equipamiento contemporáneo para garantizar su soberanía. Milei subrayó que un Estado que “se respeta a sí mismo” debe invertir en defensa y protección territorial.
La jornada consolidó una narrativa de “restitución” que atravesó tanto el evento porteño como la ceremonia cordobesa. Para la administración, la llegada de estos cazas simboliza el fin de una era de postergación institucional y el comienzo de una nueva etapa donde Argentina recupera protagonismo en materia de seguridad aérea regional. Los seis aviones, ahora estacionados en Las Higueras, representan apenas el primer lote de una compra que transformará significativamente el arsenal defensivo nacional en los próximos años.



